El 23.º aniversario de los atentados del 11 de septiembre fue marcado por actos conmemorativos en distintas partes de Estados Unidos, con la participación de destacadas figuras políticas, incluidos el presidente Joe Biden, la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump. La jornada estuvo marcada por el recuerdo de las casi 3,000 víctimas que perdieron la vida en los ataques terroristas de 2001, y se llevó a cabo en medio de un clima político significativo, dada la cercanía de las elecciones presidenciales.
La ciudad de Nueva York fue el epicentro de los actos conmemorativos, con una ceremonia solemne en la Zona Cero, donde se encontraban las Torres Gemelas. Allí, familiares de las víctimas, sobrevivientes, y miembros de los servicios de emergencia se reunieron para rendir homenaje a quienes fallecieron en uno de los episodios más trágicos de la historia moderna de Estados Unidos.
En el acto participaron Biden, Harris y Trump, quienes llegaron al lugar en distintos momentos del día. Harris asistió a la ceremonia junto al presidente Biden, mientras que Trump, acompañado del senador JD Vance, se presentó temprano en la mañana para compartir un momento con algunas personas del público, en un evento cargado de emociones.
El protocolo de la ceremonia se centró en los homenajes, con un toque de campana seguido de un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas. Durante el evento, el foco estuvo en las historias de quienes perdieron a sus seres queridos. Cathy Naughton, prima del bombero Michael Roberts, uno de los cientos de socorristas que fallecieron ese día, asistió para honrar la memoria de su familiar y reiteró la importancia de mantener vivo el recuerdo.
A pesar de la presencia de figuras políticas, el tono del evento fue principalmente solemne y respetuoso. Sin embargo, las dinámicas de la campaña presidencial de 2024 no pudieron ser ignoradas, ya que Biden y Trump se encontraron brevemente en el acto. Si bien el saludo entre ambos fue cordial, la tensión política entre los dos contendientes estuvo palpable a lo largo del día.
Mientras el país continúa recordando los eventos del 11 de septiembre y sus repercusiones, el clima político añade una capa compleja a estos actos conmemorativos. No obstante, los estadounidenses se unieron en estos eventos para reafirmar el compromiso con la memoria de las víctimas y el reconocimiento del trabajo heroico de los primeros respondedores.
El 11 de septiembre sigue siendo una fecha profundamente emotiva y significativa en Estados Unidos, una herida abierta que ha dejado un legado duradero tanto en la política interna como en la manera en que el país se relaciona con el mundo.