Un lagarto endémico del oriente de Guatemala al borde de la extinción.

Por su caminar lento y actitud pasiva los lugareños también lo conocen como "Niño Dormido", apelativo que además le da el nombre al Parque Regional Municipal donde acaba de ser liberado tras ser rescatado de una aldea en el municipio de Cabañas. El reptil toca el suelo y con paciencia se pierde entre la vegetación.

El heloderma mide entre 20 y 42 centímetros

y en cautiverio puede llegar a vivir un promedio de 23 años. Se alimenta principalmente de huevos y pichones de aves. De su veneno y bacterias en la saliva se investigan propiedades medicinales para enfermedades como la diabetes y el cáncer, comenta autoridades.

Hace casi dos décadas se estimaba que la población de helodermas rondaba los 200 ejemplares. En la actualidad, las autoridades consideran que existen alrededor de 600 especímenes adultos en estado silvestre, la mayoría con chips de identificación y rastreo. Algunos que son hallados por familias en zonas pobladas son entregados a esta reserva forestal bajo un programa de educación ambiental, que incluye el cambio por alimentos.

El reptil también ha sufrido pérdida en su hábitat por la expansión de cultivos agrícolas, incendios forestales y el cambio climático, entre otros factores. “El cambio climático al momento de elevar las temperaturas en las regiones hace un desbalance en las especies”, añade Francisco Mayorga asesor del CONAP. Algunos de estos reptiles han sido hallados muertos por el calor en temporadas de la época seca.

El CONAP junto a otras organizaciones como la Fundación Defensores de la Naturaleza mantienen una estrategia para proteger el hábitat y evitar la extinción de la especie.  El “Niño Dormido” está considerado como “en peligro de extinción”, según la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

El Heloderma

Es una especie de reptil endémico de Guatemala, que está en grave peligro de extinción, la distribución de esta especie está restringida al bosque estacionalmente seco ubicado en la ribera sur del valle del Motagua. Esta especie se encuentra en el apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres.

Principalmente en los municipios de Sanarate y El Jícaro en el departamento de El Progreso, y los municipios de Cabañas y Gualán, en el departamento de Zacapa, las amenazas principales para la especie son la pérdida y fragmentación de hábitat, el cambio climático, la cacería aversiva de esta especie por parte de los pobladores locales por temor a su naturaleza venenosa y la extracción ilegal de ejemplares para el comercio como mascotas, tanto a nivel local como en el extranjero.

En un esfuerzo de la Secretaria Ejecutiva del Consejo Nacional de Áreas Protegidas CONAP, en conjunto con diversos expertos, autoridades y otros actores de interés, busca implementar mecanismos formales de conservación en 5,000 hectáreas de las áreas de distribución de la especie, fortalecer del programa de monitoreo y conservación, incrementar la conectividad estructural y funcional entre los parches de bosque con poblaciones remanentes, lograr el nacimiento de al menos un neonato de la especie en condiciones ex situ e ingresarlo como parte de los reproductores dentro del programa de conservación ex situ para su posterior liberación en vida silvestre.

Esta especie constituye la única especie totalmente alopátrica de Heloderma y difiere de las otras especies en cuanto a coloración y tamaño, siendo esta la de menor talla. Se encuentra en peligro crítico de extinción debido al cambio de uso del suelo, tráfico ilegal y exterminación de ejemplares por temor de los pobladores.

Se realizan actividades de educación, reforestación, charlas a estudiantes, servidores públicos, personas de la localidad y turistas

A través de la Reserva Natural Heloderma también se colocan los chip a los helodermas rescatados, se provee de alimentos a personas que apoyan a la conservación de esta especie, entre otras  actividades de alto valor para la conservación de la especie.

Esta reserva tiene fines científicos y de conservación, está orientada a la conservación del Heloderma y del bosque seco del Valle del Motagua, la cual ha sido el epicentro de las acciones de conservación in situ de la especie.

La distribución de esta especie está restringida a en el bosque estacionalmente seco ubicado en la ribera sur del valle del Motagua   principalmente en los municipios de Sanarate y El Jícaro en El Progreso, y los municipios de Cabañas y Gualán, en Zacapa

Las áreas prioritarias de conservación de la especie son los cerros entre El Rosario y El Arenal en el municipio de Cabañas, Zacapa, el área montañosa entre La Cartuchera, Los Jutes y El Volcán en el municipio de Gualán, Zacapa; la serranía entre El Jícaro, El Paso de los Jalapas y Santa Rita en El Progreso y los bosques de la Planta San Miguel de Cementos Progreso en Sanarate, El Progreso.

Características  de la especie

La longevidad promedio de la especie en cautiverio es de 22.8 años. La longevidad máxima reportada en cautiverio es de 28 años.  El largo hocico cloaca de los ejemplares adultos varía entre 200 y 420 mm. El tamaño promedio de los machos es de 354.40 ± 27.13 mm LHC (rango: 328-387mm). El tamaño promedio de las hembras es de 345.40 ± 39.97 mm LHC (rango: 295-384mm).

Existen algunos estudios de genética poblacional

Los cuales concuerdan en identificar una reducida diversidad genética tanto en las poblaciones silvestres como en los ejemplares en cautiverio de la especie Estos estudios recomiendan el desarrollar medidas de conservación enfocadas en la recuperación de la diversidad genética de la especie.

A pesar de sus depredadores naturales, la principal amenaza para esta especie la constituye el ser humano.

La especie se puede considerar una especie indicadora del estado de conservación del bosque seco, debido al nivel trófico que ocupa, sus requerimientos de alimentarse de nidadas de vertebrados, utilizar madrigueras subterráneas hechas por otros animales, y el necesitar de bosque seco en buen estado de conservación para su sobrevivencia, lo convierten en un indicador de la complejidad de la red trófica y de bosque seco en buen estado de conservación

Fuente: CONAP
Archivo CA

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