La imagen del anciano triste y depresivo, y el joven feliz y disfrutando podría estar en jaque. Es que la felicidad estaría más allá de los achaques físico, propios del paso del tiempo.
Según un nuevo estudio realizado por la Universidad de California, en Estados Unidos, los millennials tienen los niveles más altos de depresión, ansiedad y estrés, y los niveles más bajos de satisfacción y bienestar.
Este dato surge luego de analizar a 1546 adultos de entre 21 y 100 años y medir parámetros como la salud física, cognitiva y mental.
Los investigadores también sorprendieron al determinar que las personas mayores son las más felices.
La hipótesis del autor del estudio, Dilip Jeste, psiquiatra geriátrico y director del Centro de Envejecimiento Saludable en la Universidad de California, es que los jóvenes de entre 20 y 30 años sienten más presión dado que tienden a comparar sus logros con los de otros. Entonces, pensar que están desaprovechando oportunidades hace que se sientan mal.
Por el contrario, la gente mayor tiene mucha menos presión de este tipo y, además, está más preparada emocionalmente para superarla, sostiene el científico.
«Existe esta idea de que la vejez es mala. Todo es muerte y la oscuridad y las personas mayores están generalmente deprimidas, infelices y de mal humor», dice Jeste. Sin embargo, él prueba que la felicidad y el bienestar funcionan en forma de U y que, por eso, a mitad de la vida vuelven a subir.