La Fiscalía de Colombia ordenó este miércoles iniciar los trámites para que se lleve a cabo una investigación sobre el supuesto fraude electoral que se cometió durante la campaña de los comicios generales de 2018 y que colocaron a Iván Duque como presidente.
La orden de la Fiscalía llega después de que saliera a la luz una conversación telefónica en la que el ganadero Guillermo “Ñeñe” Hernández, recientemente asesinado en Brasil, hablaba de la necesidad de “ponerse las pilas” y empezar a “buscar plata para pasar bajo la mesa” y “soltarla en los departamentos”.
El asesinato de “Ñeñe” durante un supuesto asalto en Brasil motivó otra investigación paralela en la que el ganadero podría estar implicado en la muerte de Óscar Eduardo Rodríguez, hijo del empresario Carlos Rodríguez, quien, según apunta el diario El Espectador, le debía dinero a Hernández.
Durante las pesquisas se interceptó una conversación en la que Hernández y otra persona, cuya identidad se desconoce, hablaban acerca de las labores que debían hacer durante la segunda vuelta electoral que enfrentaba a Duque, a quien apoyó públicamente, y Gustavo Petro.
“Nos tenemos que poner las pilas, hay que buscar plata para pasar bajo la mesa para soltarla en los departamentos”, afirmó “Ñeñe” Hernández, quien lamentó no disponer esta vez del dinero “que se robaron de Vargas Lleras”, en referencia al que fuera vicepresidente Germán Vargas Lleras durante parte del mandato de Juan Manuel Santos.
En la conversación, el interlocutor desconocido con el que charló Ñeñe” Hernández aseguró que “Iván” y “Uribe” –supuestamente el expresidente Álvaro Uribe, que se defendió en Twitter– le enviaron a las ciudades de Manaure, Uribía, Riohacha y Maicao, con el fin de “ganar en La Guajira”, un departamento colombiano situado a las costas del mar Caribe.