Una manifestación pacífica que en un momento se tornó violenta culminó con la destrucción del portal Bicentenario en la Plaza de la Constitución.
Desde tempranas horas del pasado lunes, diversos grupos se dieron cita frente al Palacio Nacional de la Cultura para manifestarse y exigir la renuncia de la fiscal general, Consuelo Porras. Las horas pasaron sin que se suscitaran incidentes.
Sin embargo, alrededor de las 6 de la tarde, un grupo de personas utilizando máscaras llegó a la plaza, supuestamente para expresarse, pero 20 minutos después, tras un movimiento de agentes de la Policía Nacional Civil frente al palacio, este grupo comenzó a arremeter contra los agentes de policía.
La agresión contra estos provocó que los elementos antimotines lanzaron las primeras bombas de humo con la idea de disuadir a los manifestantes.
No obstante, aquellos que manifestaban se dispersaron hacia la sexta y séptima avenida, así como por la octava calle. Pero el grupo que comenzó la confrontación contra los policías buscó la destrucción del altar de las niñas ubicado al pie de la asta de la bandera nacional para así obtener piedras y usarlas como proyectiles, lo que generó la reacción de las fuerzas de seguridad, lanzando bombas lacrimógenas para reprimir a los vándalos.
Minutos después, el director de la policía se presentó a evaluar la situación y aseguró que no había orden de actuar contra la población.
Posteriormente, el director dio la orden de replegar a las fuerzas de seguridad, momento que fue aprovechado por los vándalos, algunos utilizando señas características de pandillas, empezaron a buscar palos y piedras y arremetieron contra los vidrios del portal Bicentenario.
Durante aproximadamente una hora, los vándalos hicieron lo que quisieron: incendiaron uno de los módulos, sacaron el mobiliario, arremetieron contra la prensa e intentaron romper las persianas de los comercios, hasta que finalmente la policía intervino.
Finalmente, la policía informó de la detención de 12 personas que fueron trasladadas a la Torre de Tribunales para solventar su situación legal.
Mientras que los cuerpos de socorro reportaron la atención a 20 personas afectadas por las piedras y el gas lacrimógeno. Tres de ellas fueron trasladadas al Hospital General San Juan de Dios, donde recibieron el alta médica este martes.
Redacción: Sergio Osegueda