Bernardo Arévalo toma posesión como Presidente de Guatemala

Arévalo y Karin Herrera juraron para un mandato de 4 años.

Bernardo Arévalo asumió la Presidencia de la República en acto protocolario llevado a cabo en la Gran Sala Efraín Recinos del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias.

Arévalo juró el cargo como el onceavo presidente de la era democrática, sustituyendo a Alejandro Giammattei al frente del Ejecutivo.


El político de 65 años mostró su compromiso a la Constitución frente al Presidente del Congreso, Samuel Pérez. Luego de ser investido con las insignias presidenciales, firmó el Libro de Oro en el cual se asientan todas las actas de toma de posesión desde 1892.

Alejandro Giammattei se ausentó de la toma de posesión y solo envió las insignias presidenciales al Congreso; para, según él, evitar el riesgo de que llegara la medianoche sin el traspaso de mando. “Cobarde”, gritaron algunos de los asistentes al acto de toma de posesión.

Arévalo juró el cargo para luego ser envestido con las insignias respectivas. Karin Herrera tomó su turno luego ante Pérez.

Arévalo agradece respaldo a “naciones hermanas”, pueblos ancestrales y a la juventud

En su discurso, Arévalo dijo que se trata de un día trascendental en un “camino que muchos habían esperado”.

“Se evidencia que nuestra democracia tiene la fortaleza necesaria para resistir”, indicó. “No solo representa un logro personal, sino un paso firme hacia un futuro donde la participación ciudadana prevalezca”, agregó el mandatario.

El Presidente dijo que es un compromiso que asumen con “humildad y determinación”.

“Expreso mi profundo agradecimiento por la solidaridad y respaldo de las naciones hermanas. Su apoyo ha sido fundamental para el éxito de los esfuerzos emprendidos por la sociedad guatemalteca en defensa de sus instituciones democráticas”, aseguró.

Arévalo dijo que su primer compromiso es el rechazo del autoritarismo.

“No permitiremos la tolerancia. No permitiremos que las instituciones se dobleguen ante la corrupción y la impunidad”, enfatizó.

El mandatario agradeció a la juventud y a las familias que “no se rindieron ante la desinformación” y ante los pueblos ancestrales con quienes se tienen “deudas históricas”.


Arévalo dijo que existe una oportunidad la cual “no se puede dejar escapar” para mejorar la calidad de vida de la población.

Indicó que la “crisis política” permite edificar una institucionalidad “robusta” sobre los “escombros del muro de corrupción”.

El jefe del Ejecutivo además enlistó algunos de sus objetivos que busca en su administración.

“Estaremos comprometidos con el desarrollo rural, el bienestar de los pueblos originarios y el bienestar de la pobreza energética”, indicó.

Marco Sajquin

Marco Sajquin

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