En un informe publicado por las Naciones Unidas se dio a conocer que la nación de Myanmar desplazó a Afganistán y se convirtió en el mayor productor de opio a nivel mundial. Myanmar lidera la lista de países productores luego de que los talibanes implementaran una prohibición en relación al cultivo de amapola.
En el informe de la Oficina de la Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) del 2023, se reveló que la nación ubicada en el sudeste asiático produjo un aproximado de 1,080 toneladas métricas de opio en el año pasado. Esta es la mayor cantidad registrada desde el año 2001. Cabe resaltar que esta posición la solía ocupar Afganistán pero tras entrar en vigencia una prohibición del cultivo de amapola en la nación talibán, su producción tuvo una reducción de un 95%. Históricamente Afganistán fue el país dominante en la producción ilegal de opio. La Organización de las Naciones Unidas expresó que si la prohibición del comercio continúa, se podría reflejar una evidente escasez global de opio lo que generaría que su producción aumentara en el Sudeste Asiático. El área conocida como el “Triángulo Dorado”, que abarca las fronteras entre Myanmar, Laos y Tailandia, es una zona que ha sido catalogada como uno de los principales centros de narcóticos del planeta. Que suele estar bajo el control de varias milicias locales.
El comercio de opio en Myanmar en 2023, registró un aumento del 36% en comparación al año anterior. Su producción se expandió por tercer año consecutivo. En el informe de las Naciones Unidas se da a conocer que “toda la economía de los opiáceos en Myanmar tiene un valor de entre 1,000 y 2,500 millones de dólares. Lo que equivale al 2% y el 4% del Producto Interno Bruto de este país”. Myanmar ha impulsado su producción debido a las precarias condiciones económicas y la inestabilidad que ha registrado la nación asiática desde que las fuerzas militares retornaron al poder tras un golpe de estado suscitado en el 2021, que puso fin a un intento de democracia. De acuerdo con la ONU, Myanmar está inmersa en una guerra civil cada vez más mortal y profunda entre las fuerzas de resistencia y las tropas del gobierno que han extendido sus conflictos en más de dos tercios de su territorio. A esto se le suma la creciente inflación, la falta de acceso a los mercados, el estado de la infraestructura estatal y las escasas oportunidades con la que la población cuenta para sobrevivir.
En el informe de las Naciones Unidas se desvela que en Myanmar “parecen haber desempeñado un papel importante en las decisiones de los agricultores a finales de 2022 de cultivar más amapola. Las perturbaciones económicas, de seguridad y de gobernanza que siguieron a la toma militar de febrero de 2021 continúan empujando a los agricultores de zonas remotas hacia el opio para ganarse la vida”. En un comunicado el representante regional de la ONUDD, Jeremy Douglas, declaró que “Se espera que la intensificación del conflicto en Shan y otras zonas fronterizas acelere esta tendencia”, con estas declaraciones Douglas se refiere a uno de los grandes estados productores de drogas de Myanmar que tiene frontera con las naciones de China, Laos y Tailandia.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito dio a conocer que a pesar que el cultivo de amapola en el Sudeste Asiático ha sido utilizado generalmente de manera comercial, la producción en Myanmar se ha transformado y ha sofisticado en los últimos años. En el informe se declara que “La siembra de amapola en parcelas densamente organizadas y el uso de sistemas de riego y, a veces, fertilizantes, impulsaron recientemente los rendimientos de las parcelas y las estimaciones de producción total a niveles históricos”. La ONUDD informa que los grupos armados étnicos y las organizaciones militares tienen el control sobre una gran cantidad del territorio del país, y que han utilizado los narcóticos y otros negocios ilícitos como fuente para financiar sus operaciones.
