El alcalde de Miami-Dade anunció este jueves el cierre total de las playas y parques del condado, en un intento de frenar la propagación de la pandemia de coronavirus en la ciudad.
En su orden ejecutiva, Carlos Gimenez también cerró todos los establecimientos minoristas y comerciales no esenciales a partir de las 9 del jueves. También están cerradas todas las instalaciones recreativas en las áreas incorporadas y no incorporadas del condado de Miami-Dade.
Esta orden se aplica a parques, playas e instalaciones recreativas de propiedad pública y privada, dijo el funcionario.
“Junto con una extensión de la declaración de emergencia, esta orden integral facilitará el cumplimiento por parte de los residentes, visitantes y dueños de negocios en el condado de Miami-Dade. Estas acciones son necesarias para mantener a nuestra comunidad a salvo de la propagación de COVID-19 y garantizar la continuidad de los servicios esenciales”, según un comunicado de Giménez.
Giménez dijo que los cierres se basan en las recomendaciones del Centro para el Control de Enfermedades.
El alcalde agregó que las estaciones de servicio, farmacias, supermercados y tiendas de conveniencia permanecerán abiertas. Las cocinas de los restaurantes también permanecerán abiertas para la recogida y entrega de comida.
Las oficinas de los médicos, los bancos, las instalaciones de cuidado infantil y las guarderías para adultos también permanecerán abiertas. Los sitios de construcción, ferreterías y tiendas de mascotas también permanecerán abiertos. La lista completa de los establecimientos que quedarán abiertos puede verse aquí.
Más temprano, Giménez había firmado una orden ejecutiva, menos restrictiva, que prohibía las reuniones de más de 10 personas en cualquier parque, playa o instalación recreativa propiedad y operado por el condado. La orden también recomendó que las personas practiquen el distanciamiento social y se mantengan al menos a seis pies de distancia de otra persona “para todas las reuniones de 10 o menos personas”.
Ciudades muy turísticas como Miami Beach y Fort Lauderdale comenzaron desde este lunes un toque de queda, que obliga a cerrar los negocios a las 10 de la noche, además de que varias playas públicas también han cerrado.
Por su parte, la Ciudad de Miami ordenó este martes que todos los establecimientos de entretenimiento y negocios no esenciales cierren hasta nuevo aviso debido al aumento de los casos de transmisión comunitaria en Florida, según un comunicado de prensa.
En las playas, la fiesta sigue
No obstante, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, no ha emitido una orden para cerrar todas las playas del estado y miles de universitarios disfrutan allí sus vacaciones de primavera, sin parecer preocupados por el avance del coronavirus, que ya dejó cientos de contagiados en el estado y al menos siete víctimas fatales.
Con respecto a los estudiantes, recomendó que todas las universidades de Florida se valgan de clases en línea durante el resto de las vacaciones de primavera (“spring break”), con la esperanza de que los estudiantes regresen a sus hogares y no se congreguen. Pero las escenas en las playas fueron esclarecedoras.
“Desafortunadamente, esto coincidió con las vacaciones de primavera, lo que lo hizo más complicado. Creo que lo más difícil con lo que estamos lidiando aquí es que somos una sociedad altamente individualista“, dijo el senador Marco Rubio.
Florida, a veces apodado “el estado más gris” de Estados Unidos porque muchos ancianos vienen a retirarse aquí atraídos por el clima subtropical, tiene por ello una alarmante concentración de personas en el grupo de mayor riesgo por el coronavirus.
El estado tiene la mayor proporción de personas de tercera edad en Estados Unidos: 20,5% de su población tiene más de 65 años, según un estudio del Population Reference Bureau de 2019. Un reporte de la Organización Mundial de la Salud indica que la tasa de mortalidad del coronavirus en mayores de 80 años es de 21,9%.
Las autoridades locales ordenaron restringir las visitas a los hogares de ancianos y las comunidades como la de Bedard están tomando por su cuenta medidas de distanciamiento.
Dos personas han fallecido en las últimas 24 horas y ya son seis las personas muertas por el COVID-19 en el estado, donde se han detectado 216 casos de la enfermedad, y se efectuaron pruebas a casi 2.294 personas, de las cuales más de 1.017 han dado negativo y las otras 1.061 están pendientes de resultados.