La octava magistratura de la Corte de Constitucionalidad (CC) para el periodo 2021-2026 asumió esta noche del miércoles, en un acto protocolario en el Teatro Nacional.
En el recinto cultural, clásico para actos protocolarios de trascendencia política, se desplegó un contingente de seguridad policial para resguardar su desarrollo.
El operativo se da en un clima de descontento en sectores de la población que critican la juramentación de solo una parte de los magistrados electos, además de señalar un proceso de designación manipulado.
Sin embargo, pese al cordón policial, algunos ciudadanos llegaron al Teatro a demostrar su descontento.
Molina Barreto, primer magistrado presidente
En el acto en la gran sala Efraín Recinos del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, se dieron cita los presidentes de los tres poderes de Estado, así como el rector de la Usac y del Colegio de Abogados, las entidades postulantes.
Antes del acto de instalación, los asistentes realizaron un minuto de silencio por los fallecidos de Covid-19, pero especialmente por el deceso del magistrado Bonerge Mejía.
Roberto Molina Barreto asumió como primer presidente de la octava magistratura de la CC, y ocupará ese sitio durante un año, hasta el 13 de abril del 2022.
La investidura de Molina Barreto tuvo que ser realizada por Dina Ochoa, ante la inasistencia de la presidenta de la CC saliente, Gloria Porras, quien no fue juramentada ayer en el Congreso .
Se procede a dar posesión del cargo a 3 magistrados titulares y 4 magistrados suplentes ante la Corte de Constitucionalidad para el periodo 2021-2026.
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En el acta de posesión, se estipuló que José Francisco de Mata Vela continuará como magistrado titular ante la no juramentación de Porras, por impugnaciones a resolver en el Consejo Superior Universitario de la Usac.
Pide una CC sin “activismo judicial”
En su discurso, Roberto Molina Barreto afirmó que la CC ha perdido su credibilidad y por ello debe recuperar el respeto a la Constitución y así evitar “el activismo judicial”.
“Es lamentable que algunos digan que el sistema de control constitucional debe desaparecer. Pero es entendible, pues se ha socavado su accionar actualmente. Enfatizo que la función esencial de la CC es la defensa del orden constitucional”, dijo.
"Debe evitar el activismo, y sus resoluciones deben propiciar la seguridad jurídica. Además, tener en cuenta los efectos de sus decisiones", agrega Molina Barreto. #FBLive ➡ https://t.co/FYGWXiungK pic.twitter.com/FFLHXzhWmm
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“Algo que resulta inaceptable es la ideologización y politización de los procesos”, continuó Molina Barreto, y enfatizó que tanto él como los otros magistrados, no han llegado a formar parte de “esa Corte Celestial que le dicen”.
El togado indicó que también no deben “sucumbir” ante las presiones internas y externas.
“El combate frontal a la corrupción no tiene ideología ni bandos como lo han hecho creer”, explicó.
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Rechaza que nueva CC esté deslegitimada
Luego tras el acto protocolario, Molina Barreto ofreció una pequeña conferencia de prensa en la cual fue cuestionado sobre su pasado político y por la no juramentación de Porras.
“Yo no formo parte de ningún partido político. Yo vengo del sistema de justicia del país. No hay impedimentos para que pueda regresar en la CC, si antes intenté ser Vicepresidente de la República”, explicó al ser consultado por su postulación en un binomio presidencial con Zury Ríos.
Molina Barreto insistió que no tiene nada que ver que haya intentado ser Vicepresidente de la República. “No hay impedimento. Todos tenemos derecho a tener una religión o una ideología. Lo que no se permite es que se sesgue uno como magistrado”, explicó.
Sobre Porras, indicó que ésta debe estar consciente que se postuló por una institución que sí permite impugnaciones.
“Habría que preguntarle a Gloria Porras por qué no vino al acto. Supongo que seguirá molesta. Pero debe seguir los procesos, pues ella se postuló por un ente que sí puede recibir impugnaciones”, finalizó el presidente de la CC.
Enfatizó que la actual CC no está deslegitimada, pues la misma ley indica que ante la ausencia de un magistrado electo por impugnaciones, el anterior, debe continuar con el puesto.
Molina Barreto insiste en que no hay "corte celestial". "Comparto que ningún magistrado puede ser perseguido por sus opiniones, pero sí por sus acciones, como dice otro artículo. No implica que sea superior a la ley", dice Molina Barreto. #FBLive ➡ https://t.co/FYGWXiungK pic.twitter.com/yaVl77epaa
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