El senador socialista Bernie Sanders lograba sacar un hilo de ventaja respecto del resto de los candidatos y se imponía en la primaria presidencial de New Hampshire con el 26,7% de los votos con más de la mitad de los votos escrutados, seguido muy de cerca por Peter Buttigieg y la senadora Amy Klobuchar, la gran sorpresa de la jornada.
Pero el principal dato que dejó la segunda cita electoral de la interna fue la confirmación de la dispersión del voto demócrata: ningún candidato consiguió un respaldo lo suficientemente sólido como para desmarcarse con claridad del resto, y si bien Sanders se consolidó como el líder del flanco “progresista”, sumó menos votos que los candidatos “moderados”.
Joe Biden y Elizabeth Warren no llegaron a superar el piso del 15% de los votos necesario para sumar delegados, y quedaban como los dos grandes perdedores de la noche. Biden ni siquiera recibió los resultados en New Hampshire: se marchó temprano a Carolina del Sur, donde intentará salvar su campaña, escasa de entusiasmo, con un triunfo respaldado en el voto afroamericano.
La elección primaria de New Hampshire volvió a mostrar a un electorado demócrata indeciso, sin un claro favorito, obsesionado por encontrar al candidato con más posibilidades de derrotar al presidente, Donald Trump, en la elección presidencial de noviembre. Las dudas de los votantes reflejan el persistente trauma que aún arrastran los demócratas desde la elección de 2016, cuando daban por hecho un triunfo de Hillary Clinton.
Aunque Sanders ha logrado sacar una tenue ventaja, nadie ha conseguido terminar de convencer del todo a los votantes, y la contienda sigue abierta y muy fluida.
Por primera vez desde 2004, ningún candidato abandonó la interna después de Iowa, tradicional “filtro” al inicio de las primarias presidenciales. El caucus de Iowa quedó opacado este año por el caótico recuento de votos, un pifie que elevó la importancia de New Hampshire. Históricamente, el candidato presidencial logró ganar o al menos quedar segundo en el “estado del granito”.
Dos candidatos decidieron suspender sus campañas: Andrew Yang y el senador por Colorado, Michael Bennet.
Las campañas han comenzado ahora a ajustar sus estrategias de cara a las elecciones en Carolina del Sur y Nevada, este mes, y el “Súper Martes” el próximo 3 de marzo.
La interna ya ha tenido tres líderes. Joe Biden lideró las encuestas hasta que la gente empezó a votar. Elizabeth Warren pareció despegar en el último otoño boreal, cuando superó a Biden, pero el salto en su popularidad se transformó rápidamente en un derrape que todavía no encuentra final.
La principal novedad que han dejado Iowa y New Hampsire es que Bernie Sanders se ha consolidado en el flanco “progresista” de la interna, en detrimento de Warren, y ha pasado a liderar con claridad en las encuestas nacionales.