Coronavirus: tras un Angelus por streaming, el Papa se asomó y saludó a los fieles

No pudo con su genio. Pese a las restricciones puestas en acto también en el Vaticano por la emergencia por el brote de coronavirus que azota a Italia , ayer, después de haber recitado el ángelus por primera vez a puertas cerradas y por streaming desde la biblioteca del Palacio Apostólico el Papa igual se asomó a la ventana de su despacho y saludó a los fieles que se acercaron a la Plaza San Pedro para seguir la cita a través de pantallas gigantes.

“Ahora me asomaré para verlos un poco en tiempo real”, adelantó, sorprendiendo a todos al final de su oración del ángelus por primera vez realizada en directo vía streaming. Entonces fue vivado por los presentes en una plaza con muy pocas personas, pero para nada vacía.

Como se había anunciado, Francisco presidió la oración mariana desde la biblioteca del Palacio Apostólico -el mismo lugar donde suele recibir a los jefes de Estado- y, él mismo, al comienzo, destacó la excepcionalidad del evento.

“Es un poco extraña esta oración del ángelus de hoy [por ayer], con el Papa ‘enjaulado’ en la biblioteca”, dijo. Y agregó: “Pero yo los veo [en la plaza] y estoy cerca de ustedes”.

“Este modo de rezar el ángelus lo hacemos para cumplir con las disposiciones preventivas, para evitar las pequeñas multitudes de gente, que pueden favorecer la transmisión del virus”, se apresuró a explicar el sumo pontífice.

Luego de evocar el Evangelio del día y deplorar la situación humanitaria del nordeste de Siria, Francisco, que se mostró en buena forma y sin tos luego de padecer un resfrío que lo obligó a suspender su retiro de Cuaresma, habló de la emergencia por el coronavirus que está enfrentando Italia.

El Papa se asomó tras el Angelus por streaming. (EFE)

El Papa se asomó tras el Angelus por streaming. (EFE)

“Con la oración estoy cerca de las personas que sufren por la actual epidemia de coronavirus y a todos aquellos que cuidan de ellos. Los he recordado en estos días de retiro”, comentó.

“Me uno a mis hermanos obispos para que alienten a los fieles a vivir este momento difícil con la fuerza de la fe, la certidumbre de la esperanza y el fervor de la caridad”, pidió. Y continuó: “Que el tiempo de Cuaresma nos ayude a darle un sentido evangélico también a este momento de prueba”. “Les deseo un feliz domingo. Por favor, no se olviden de rezar por mí”, cerró, con su frase habitual.

Sin embargo, sorprendió al anunciar que se asomaría “para verlos un poco en tiempo real”. Poco después, apareció desde la ventana de su despacho del Palacio Apostólico.

Mientras repicaban las campanas de la Basílica de San Pedro, Francisco, que evidentemente no quiso abandonar el contacto con la gente, una de sus prioridades, levantó el brazo para saludar. Y fue aclamado por los presentes que, pese a la psicosis, igual se acercaron para ver el ángelus a través de las pantallas gigantes en la plaza y aprovecharon una jornada primaveral de sol radiante.

Más tarde, el Vaticano informó que, en coordinación con las medidas puestas en marcha por las autoridades italianas, adoptó otras para evitar la difusión del Covid-19, que deberán observarse en los diversos dicasterios (ministerios) y en los demás departamentos de la Santa Sede, o relacionados con ella, y en el Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano. Tales medidas incluyen el cierre, hasta el 3 de abril, de los Museos Vaticanos y demás museos pontificios.

“Con la ocasión, se reitera que hasta hoy [por ayer] ha sido confirmado un único caso positivo al Covid-19”, indicó el Vaticano en un comunicado, que detalló que se trata de “un sujeto externo que había ido a los ambulatorios de la Dirección de Sanidad e Higiene para una vista médica en vista de un contrato”. “Las cinco personas que habían tenido contacto con él, se encuentran en cuarentena”, puntualizó.

Mientras la diócesis de Roma comunicó que decidió cancelar todas las misas hasta nuevo aviso, siempre en virtud del nuevo decreto del gobierno italiano, el Papa hizo saber que a partir de hoy la misa matutina que celebra en la capilla de Santa Marta, a la que no pueden acceder invitados, será transmitida en directo por Vatican News.

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