El recorrido de las antorchas, iniciado en 1998, es una tradición patriótica guatemalteca que simboliza la libertad y la unidad. Cada septiembre, el fuego de la antorcha viaja por el país, destacando la independencia de manera pacífica y uniendo a las generaciones.
Cada año, en el marco de las celebraciones patrias, el recorrido de las antorchas se convierte en una de las actividades más representativas para los guatemaltecos.
Esta tradición, que comenzó oficialmente en 1998 tras la firma de los Acuerdos de Paz, simboliza el fuego de la libertad y la unión entre las diferentes generaciones del país.
A pesar de su reciente origen, se ha consolidado como una de las prácticas más esperadas durante las fiestas de independencia.
El fuego de la antorcha, que se enciende frente al Monumento de los Próceres en el Obelisco, es trasladado a los distintos departamentos de Guatemala.
La tradición de la antorcha surgió como una alternativa a los desfiles militares, los cuales habían sido una constante en las celebraciones patrias.
Tras la firma de la paz, se buscó una forma de conmemorar la independencia sin elementos que remitiesen a la militarización, y así fue como la antorcha se convirtió en un símbolo de cohesión.
Aunque en la actualidad ambos eventos coexisten, el recorrido de la antorcha ha adquirido un significado especial por la forma en que une a los guatemaltecos.
El recorrido de las antorchas, aunque reciente en comparación con otras tradiciones, ha demostrado ser una actividad profundamente arraigada en el corazón de los guatemaltecos.
Cada septiembre, el fuego que simboliza la libertad ilumina las calles del país, recordando el valor que representa para la nación y su gente.
Por Andrea Palacios